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Hot Chip: La fiesta tiene nombre y dueño

Hot Chip en Chile

Como parte de la apertura e inicio de la campaña del festival Fauna Primavera a realizarse el 6, 7 y 8 de diciembre, Hot Chip volvió a nuestro país demostrando por qué son uno de los máximos exponentes del dance/electrónica.

Todos recordaremos el agrio momento cuando Hot Chip estuvo a minutos de presentarse en nuestro país, en el marco del festival 10 años de Fauna, pero que lamentablemente no se pudo realizar por los diversos problemas que sucedieron producto de un complicado Chile post estallido social. En aquel entonces, los fans de la banda británica quedaron con todas las ganas de ver a sus máximos ídolos, de bailar y dar todo en la pista gracias a los pasajes electrónicos de la agrupación, que disco tras disco demuestran su versatilidad, pero siendo fieles a su estilo.

Tres años después, Hot Chip regresó a nuestro país, encabezando y abriendo la campaña del próximo festival Fauna Primavera, dispuesto a realizarse los primeros días de diciembre. Debo decir que la apertura, u opening como se le ha llamado, fue un concierto sólido, potente, con grandes pasajes que sin dudas saldaron la deuda que tenía la banda desde 2019. A pesar de su corto tiempo arriba del escenario, sus tonadas y contagiosos ritmos bastaron para convertir el Teatro Caupolicán en una verdadera pista de baile.

La fiesta debe comenzar

Marcando el reloj las 21:30 en punto, comenzaba a sonar la música introductoria para un concierto que, se proyectaba intenso, emocionante y ultra bailable. Si por algo se ha caracterizado Hot Chip a lo largo de su carrera, es por crear canciones tan pegajosas como profundas, con lineamientos bailables que hacen despegarse del asiento a cualquiera. Justamente esto fue lo que consiguió Hot Chip la noche del sábado 05 de noviembre, en donde el público se dejó llevar por la intensidad de los sintetizadores, el ánimo de los integrantes y por sobre todo, los clásicos de clásicos.

Fotos por Claudia Jaime, Fauna Producciones (@fuferson)

La banda comenzó con sus temas más “lentos” y nuevos, demostrando y dando a conocer en lo que han estado trabajando desde su último disco, y que realmente suena muy bien. La curva del concierto no fue la típica figura de: Comienzo fuerte, medio suave y final fuerte. Más bien, fue de menos a más, con un balance y setlist muy bien escogido, que sirvió para introducir a la gente, despegarla del asiento, contagiar el ritmo y ponerla a bailar, todo muy lento y natural.

En los primeros minutos del concierto, se presentó algunas fallas con uno de los sintetizadores, el cual hacia una especie de corte que apagaba todo el instrumento. Sin embargo, no pasaron ni cinco minutos y el problema ya estaba solucionado, volviendo al trance electrónico, volviendo al viaje de los sintetizadores.

Fotos por Claudia Jaime, Fauna Producciones (@fuferson)

A medida que avanzaba el concierto, Hot Chip tocaba canciones más conocidas, encendiendo de a poco al público que expectante y con muchas ganas seguía todo desde bastante cerca. Personalmente, me impresionó mucho que, más que cantar, el público se dedicó a pasarlo bien y bailar, dejándose llevar por las clásicas melodías de la voz de Alexis, los profundos y resonantes sintetizadores de Joe y los sutiles acordes del guitarrista. Todo se mezclaba de una forma tan homogénea, que el sonido resultaba en un profundo vaivén de sensaciones, en donde el cuerpo era la extensión perfecta para expresar el poder que tenía la música de la banda, y vaya que se consiguió.

Saldando la fatídica deuda

Desde la mitad de la presentación en adelante, el concierto se volvió extremadamente familiar y conocido, ya que Hot Chip se dedicó a brindar éxito tras éxito, mostrando y dejando lo mejor para el final. En esta parte del show, se escuchaban los sintetizadores y guitarras de clásicos himnos como Ready For The Floor u Over and Over por ejemplo, escuchando un legítimo coro en todo el Teatro Caupolicán, que disfrutaba con las clásicas canciones. Además, en este momento, la banda ya se podía ver mucho más cómoda sobre el escenario, teniendo un gran desplante sobre él, gozando lo que hacían y sin dudas disfrutando del momento, como en varias ocasiones se le escuchó decir al vocalista.

Fotos por Claudia Jaime, Fauna Producciones (@fuferson)

Debo decir que, a nivel técnico, el concierto fue casi perfecto, no sufrió imperfecciones ni problemas de sonido audibles al menos, a excepción del problema del sintetizador al comienzo, que rápidamente se solucionó. La ecualización de los instrumentos fue correcta en todos los sentidos y la mayor parte del tiempo. En ocasiones me pareció escuchar un poco más fuerte algunos sintetizadores que las guitarras, por ejemplo, pero a nivel general, se comportó realmente bien, pudiendo disfrutar de todos los elementos en un buen nivel, y eso se aprecia bastante entendiendo lo difícil que es ecualizar varios sintetizadores sin saturar.

En definitiva, el concierto de Hot Chip fue una verdadera y real fiesta, un momento para dejarse llevar y despegarse de la realidad por lo menos un momento, por una hora y media que fue lo que duró el recital. Sin dudas, un excelente inicio u opening del festival Fauna Primavera, que tuvo muchas aristas, pero todas conectadas unas con otras, en donde pudimos ver una presentación sólida, entretenida, atractiva y con buenos compases, que dejó la vara muy alta saldando definitivamente la deuda de 2019.  

Fotos por Claudia Jaime, Fauna Producciones (@fuferson)

Produce: Fauna Producciones.